Bollywood

Después del rotundo éxito de recaudación de su último filme, "Ab Tumhare Hawale Watan Saathiyo", Amitabh Bachchan decidió de una vez por todas entregar dedicación exclusiva a aquella obra cinematográfica que había concebido hace más de una década, y en la cual cifraba la esperanza de otorgar a la industria bollywoodense el rango de seriedad y distinción que no le era reconocido en el extranjero. Hacemos referencia a "Zamaanat", la historia de un abogado no vidente que intenta demostrar la inocencia de su defendido. Para este proyecto, Bachchan consiguió los servicios del renombrado director Sri. S. Ramanathan, la singular elegancia para escribir diálogos del guionista Prayag Raj, y la magia de un elenco encabezado por la sublime Karisma Kapoor, el flemático Arshad Warsi y el propio Amitabh Bachchan, en el rol del abogado defensor. El estreno del largometraje, el pasado 27 de mayo, concitó inusitada atención, algo sólo comparable a la primera exhibición de "Lagaan", ocasión en la cual fue evidente que Aamir Khan utilizó todos sus contactos políticos para lanzar su producción con bombos y platillos, lo que le dio -sin lugar a dudas- espléndidos resultados, hecho corroborado por la nominación que posteriormente obtendría para los premios Oscar en la categoría de mejor película extranjera, galardón que finalmente recayó en la muy francesa "Le Fabuleux Destin d'Amélie Poulain". Pero esta vez fue diferente. Bachchan no recurrió a ninguna artimaña para provocar el fenómeno mediático en que se había convertido "Zamaanat" ya antes de su estreno. Si el primer ministro indio, el honorable Manmohan Singh, había decidido asistir a la gala, había sido por interés propio. Lo mismo puede decirse del presidente de la nación, el excelentísimo Dr. A. P. J. Abdul Kalam, de la eminente Sonia Gandhi, e incluso de las destacadas figuras del cricket, los bateadores Sachin Tendulkar y Sourav Ganguly. La llegada de las figuras de la farándula al Homi Bhabha Auditorium fue seguida por más de 30 cámaras, durante las dos horas previas al estreno. Durante la exhibición, cientos de fotógrafos se apostaron a la salida de la sala con tal de asegurar la imagen trinfante de Bachchan, escoltado por sus distinguidos admiradores.

Tras dos horas y media se vio salir al primer invitado, el Dr. A. P. J. Abdul Kalam, quien calificó a la película de "buena". Veinte minutos después lo siguió Sonia Gandhi, quien prefirió no dar declaraciones. El primer ministro, un cuarto de hora más tarde, salió sonriendo ante las cámaras, aclarando, respecto de la película, que "no había entendido muy bien la parte en que Bachchan se peleaba con Warsi". Así siguieron saliendo los espectadores, hasta que finalmente lo hizo Bachchan: era el único que había aguantado hasta el final de la película.

En estos momentos Bachchan trabaja abnegadamente con su equipo de post producción con el fin de reducir la duración del largometraje a menos de 4 horas. Se especula que el final (en el que el abogado recobra la vista con un transplante de córneas donadas por su defensor, quien a su vez había muerto atropellado al salir de los tribunales tras el veredícto final que lo eximía de toda culpa en el caso del robo de una estatuilla del dios Hanuman) también podría ser retocado a objeto de ser más idóneo para los difíciles mercados de Indonesia, Arabia, Kenya y Tailandia.